Unos años atrás no recuerdo por que razón, me escuché el Bhagavad Gita, uno de los textos mas importantes del Hinduismo, interesante historia dónde Arjuna tiene un cúmulo de sentimientos y sensaciones puesto que se ve confrontado con la paradoja de tener que enfrentar a su propia familia en batalla, y básicamente «romperse su madre», el tiene una relación muy cercana con uno de sus sirvientes Krishna, quién si mal no recuerdo es como su «chofer» en la carreta que lo transporta, total que este vato es una reencarnación de Lord Vishnu y aunque es su sirviente, es un dios, no me pregunten a mí, no soy hindú, el chiste es que en una parte donde se está reflexionando sobre como la mente es turbulenta y obstinada, que querer controlar la mente es como querer controlar al viento, Krishna instruye a que si bien no es sencillo, es posible a través del desapego y la practica, lo cual son premisas básicas para la meditación.

Ahí inicio para mi una búsqueda de «como meditar», como si fuera un deporte, poniendo el plano físico por sobre el energético (no le digo «espiritual» nomas por no verme woo woo), sin embargo aunque si es importante entender técnicas de respiración, la postura, cosas como la posición de la lengua en la boca y como puede perturbarnos durante la sesión, es mas importante, al menos para mí recientemente, entender la razón por la cual quieres meditar, y me ha servido muchísimo entender una técnica en la que no lo haces solo para ti, si no para los demás, un tipo de meditación que se le conoce como «Maitri» (मैत्री).
Aunado a esto, ya no es novedad ver estudios y publicaciones que hablan sobre «mindfulness», incluso ver como la practica se ha estado adaptando mas en el mundo laboral (aunque con motivos cuestionables), casi todos los «top performers» reconocen tener alguna practica similar diaria, en fin, no tengo que venderte la idea, simplemente algo de contexto en como me interese por la practica, desde el super poder del control mental que habla Krishna, hasta el literal control mental que habla Jocko Willink al someter nuestros pensamientos con nuestras acciones, es ahí donde me intereso mas, por que no necesariamente tiene que alinearse con una práctica religiosa, cosa con la que no estoy muy cercano en ningún sentido, no me volví «hippie», no dejé de comer carne, no empecé a adorar vacas, nada de eso, si no simple y sencillamente empece a dedicarle 10 minutos diario a mi mente, descubrí que como lo estaba haciendo en el gimnasio, las repeticiones y la constancia cuentan mucho, como el clásico tío que se motiva al inicio de año y paga la anualidad del gimnasio y hace «dieta»… por como mes y medio o dos meses máximo, para volver a su dieta de Pizza y chela viendo la TV (oops).
La misma disciplina y enfoque necesita esta practica, curiosamente, mientras que los músculos se ejercitan con mayor volumen cada vez es decir, mayor peso, o mayor número de repeticiones para estimular el desarrollo muscular, la mente es lo «contrario», entre mas tiempo dediquemos a «no pensar», mas claro se empieza a ver el panorama, imagina el cielo despejado, azul claro, brillante, chingón(si vives en una urbe ya te la pelaste con la contaminación, pero entiendes el punto, espero), de pronto hay días así, y hay días nublados, hay días donde llueve a madres, hay días con tormentas eléctricas, sin embargo, si te trepas a un avión, y vuelas sobre esas nubes y el desmadre, ese cielo azul, brillante y chingón, sigue ahí, eso es lo que me ha enseñado el meditar.
Así que con todo esto, la practica empezó, y traté de hacerlo conforme a «textos ancestrales» y ondas que la neta si estaban medio piratas, pero me sentía completamente fuera de contexto, y tampoco quería ir algún lugar «new age» a que me enseñaran, así que básicamente lo hice como pude por unos meses, originalmente a primera hora del día, a las 5:30 AM ahí estaba de lunes a domingo en mi balcón, topless echando la meditada.

Eventualmente leyendo sobre «mindfulness» encontré varias apps para meditar, ninguna me latía realmente, o estaban como «pa’doña» o tenían un feeling de que no sabían que estaban haciendo pero te querían cobrar de todos modos, hasta que encontré una startup que se llama Headspace, y como buen nerd, mientras sea tech me interesa, agarre el periodo de prueba(por que es una app de suscripcion, como Netflix carnal) empecé el curso básico, y ahí sin la necesidad de tener un «guru» o un instructor per se, me enseñaron sobre mi postura, sobre técnicas de respiración, sobre técnicas de meditación en si, técnicas como la visualización, el escaneo corporal, entre muchas otras que por ejemplo te enseñan a como «observarte» y poder detectar cuando la mente se pone a pensar o a sentir, y como estas cadenas de pensamientos o sensaciones se perpetúan y suceden durante el día, y uno cree que nomas no se puede concentrar en algo, muchas cosas muy interesantes.
Me latió que uno de los founders de la app Andy Puddicombe tuvo tanto interés en esto que largó todo al carajo y se fue para Asia y se volvió un monje de al debis, así tiene realmente las credenciales para decirte que onda, sin embargo no es como los gurus que he visto o escuchado en India donde la perspectiva si es religiosa y «oriental»(en oposición a nuestras tradiciones occidentales pues), tengo aproximadamente tres años desde que decidí empezar a meditar, y en este tiempo he descubierto que principalmente, no soy lo que pienso, ni lo que siento, ni como me veo, ni en que trabajo, ni cuantas cosas tengo, o no tengo… que del mismo modo que esa sensación de alegría y placer que experimento cuando le doy el primer bocado a un filet mignon con su mantequillita con ajo, se va a desvanecer, también el dolor de una perdida de un ser querido, o de una lesión en la rodilla, que aunque experimentamos esa gran variedad de sentimientos, sensaciones y pensamientos, todo esta en constante cambio, y aunque suene pinches hippie, fluyendo.
He aprendido a estar mas calmado, mas sereno (moreno), a tener mayor claridad al tomar decisiones, a ser un poco mas empático, a disfrutar mas intensamente y a estar mas presente, a realmente escuchar y no solo esperar mi turno para hablar y en el ínter formular lo que quiero decir para sonar de algún modo, me ha enseñado a mejorar la forma en la que me percibo y en la que percibo a otras personas, y me ha sacado de muchas situaciones frustrantes, o irritantes o entristecedoras.
Por supuesto que lo recomiendo, es fundamental que le demos a nuestra mente el espacio para ejercitarse, para estar conscientes, para «conectar», en esta época que tanta falta nos hace, sin embargo no es sencillo, requiere constancia, no es raro que tenga sesiones que me resultan frustrantes en un 45% o mas, que me hagan sentir torpe o inexperto incluso incapaz, pero regreso a mi conocimiento fundamental, y recuerdo mis dificultades para mantener mi respiración por 5 minutos, y como ahora lo puedo hacer con relativa soltura por mas de media hora, la cantidad de técnicas que ahora conozco, y como las puedo utilizar de distintos modos para trabajar diversos aspectos de mi mente, como cuando tienes un split en el gimnasio y los martes haces «espalda y biceps» pero los jueves es «pecho y triceps» (lol).
El haberme movido a vivir a India me dio la oportunidad de convivir con gente que le pega a esto desde la perspectiva religiosa, gente que medita con yoga como fue pensado con asana y todo el pedo, con lo cual al intercambiar ideas y experiencias llegamos a la misma conclusión, estamos tratando de lograr lo mismo, y algunas técnicas que ellos usan son lo mismo pero con una vuelta de tuerca que deja fuera el aspecto 100% religioso ritualista, como cambiar el recitar mantras en especifico por concentrarse en visualizar «un rayo de luz», ondas así, super interesantes.
Así que si eres alguien como yo, y no quieres ir a una «academia» o Ashram, ni te quieres involucrar en ondas religiosas o alinearte a alguna practica similar, y te molan las aplicaciones móviles, Headspace es mi recomendación, intenté algunas otras como calm o simple habit, pero la que mas me gusto fue Headspace, te ayuda mucho con su interfaz simple y ordenada, y el look and feel de la app también es bueno, tiene un botón de «meditacion rapida» que básicamente te une a una sesión, o te notifica de una sesión en poco tiempo, yo no uso tanto ese feature, me gustan mas los cursos, duran 30 días en su mayoría, y se dividen en 10 sesiones por etapa, en este momento estoy tomando uno relacionado con autoestima hecho en colaboración con la NBA (mamalon), tiene tambien una seccion perrisima para dormir, con mucho material para ayudarte a conciliar el sueño o una especie de «whitenoise», y unas como cuentos(?) que la neta nunca he terminado por que duran un rato y me quedo dormido en el inter –duh, ese es el chiste. El servicio premium cuesta al rededor de MXN $900.00 anuales, pero en mi humilde opinión si estas dedicado a la practica, o estas interesado en ser constante y entrenar tu mente, los vale cada centavo.

Ya para concluir, quisiera decirte que dadas las condiciones actuales, lo rapido que evoluciona el mundo, lo brutal de los cambios y honestamente lo fragiles que nuestro mundo actual nos ha enseñado a ser, es fundamental «endurecerse», tanto física y mental, tanto como emocionalmente, ya he hablado antes sobre temas como disciplina o estoicismo y esto perfectamente encaja con esa narrativa, una persona que cae presa de sus impulsos, victima de sus pensamientos(positivos o negativos) o imaginación, no es alguien muy útil, el mantenerse estable y consciente de uno mismo y su alrededor, es una cualidad a la cual le he dado mucho valor desde hace algún tiempo, y meditar o «practicar mindfulness» me ha ayudado a acercarme, por ningún motivo estoy diciendo que soy el plus-ultra-me-la-pelan-todos-porque-soy-mejor-porque-medito, por el contrario, como dije antes, muchas veces la turbulencia de mi cabeza me hace sentir que no he aprendido nada durante estos años de sentarme a respirar por un rato por las mañanas sin hacer nada mas.
Date una chance, inténtalo, dime que tal te fue, respira.
MNK